jueves, 7 de febrero de 2008

GENESIS - Foxtrot (1972)



Uno de las cosas que tenía claras en el momento de iniciar este blog es que algún día tocaría hablar de Genesis. Me empezaba a sentir mal por tener algo abandonado esto, así que recurrí a una opción comodín, pues este disco siempre es capaz de inspirarme unas palabras. "Foxtrot" es ni más ni menos uno de los mejores discos del rock progresivo, y uno de los discos más bellos, fascinantes, misteriosos y evocadores jamás grabados. No me parece el mejor de Genesis, puesto que reservo a "Selling England by the pound", pero este disco es sin duda igual de único, de especial, y tiene un toque de mágica oscuridad que lo distingue y lo hace imperdible por si mismo.

Al igual que todos los discos de Genesis, excluyendo el debut, es tan sólo un poco distinto al anterior, y tan sólo un poco distinto al posterior, lo que además le otorga el impecable papel de pieza de continuidad dentro de los discografía de Genesis.

El inicio del disco es por si misma una justificación sobrada para la existencia del Melotrón. Una oscura secuencia de acordes que da paso a una de las mejores canciones del rock progresivo, "Watcher of the skies". Es una de esas canciones tan diferentes a todo, tan particulares, que transmiten sensaciones que no están en ninguna otra canción. El protagonista del tema tras la introducción es Peter Gabriel, que canta increíblemente, además del órgano de Tony Banks. La letra está basada en una vivencia de Mike Rutherford, que mirando por la ventana de un hotel en Italia, pensó en lo que podría pensar un extraterrestre si bajara a la tierra y viera ese desolado paisaje. "Time table" es una balada solemne, donde de nuevo Peter Gabriel consigue poner los pelos de punta, esta vez cantando de manera dulce y majestuosa, acompañado por un fragil y delicado piano (quizá sea este el disco de Genesis donde Banks se luce más como teclista). "Get 'em out by friday" es otro de mis temas favoritos de Genesis. Es el más loco y complejo de la cara A del disco, donde Peter canta de manera más agresivo y el bajo y la guitarra hacen partes más complejas. Continuando su faceta histriónica, iniciada en su anterior disco, Gabriel interpreta a varios personajes al servicio de una letra demencial, una historia sobre empresas que encojen a la gente para poder alquilar más viviendas en menos espacio. No es este el único atractivo de la canción, puesto que la composición de la misma es impecable. A los instrumentos habituales, se suma la flauta tocada por Peter. Sigue la siempre infravalorada "Can-utility and the coastliners", que es algo parecida a "Seven stones" del anterior "The nursery cryme", pero más pulida, y con una impresionante parte instrumental añadida, bastante sencilla por momentos. Un sencillo riff de guitarra acústica se repite una y otra vez, acompañado con un potente (y más ingenioso de lo que parece al principio) ritmo de la batería de Phil Collins, y sobre él Banks hace verdaderas MARAVILLAS con su melotrón al principio y su órgano después, culminando en un momento cargado de intensidad donde Mike Rutherford parece a punto de destrozar su bajo y Steve Hackett se manda un corto pero refinado solo de guitarra, antes de que Peter ponga colofón con unos contundentes versos. Sublime. "Horizons" es una corta pieza de guitarra acústica que apenas hace más que cerrar la cara A, bellísima, y aunque dura poco, queda perfecta donde está.

La cara B está cubierta por una sóla canción, "Supper's ready", de más de veinte minutos. Es imposible hacerle justicia con unas meras palabras. No podría plasmar su magistral inicio, ni explicar por qué una frase tan ordinaria "Hey my baby, don't you know our love is true?" es uno de los versos más carismáticos de la historia del rock progresivo. Ni describir como esa sucesión de fragmentos al principio algo inconexa va tomando forma poco a poco con cada escucha, para llegar al punto de ser uno de los mejores temas jamás grabados, ni la sensación que produce recuperar el estribillo del inicio tras no escucharlo en veinte minutos, poco antes de impresionante fade out que termina al tema. Esta demente visión del Apocalipsis es algo único y totalmente irrepetible en la historia del rock, la obra de cinco genios (incluso Phil Collins, el miembro de Genesis que menos destaca, aquí está increíblemente creativo con sus tambores, y haciendo un siempre genial trabajo como segunda voz en ciertos momentos) en un momento de inspiración divina que jamás volverían a repetir.

"Foxtrot"
es imprescindible. Para que quien guste del rock progresivo lo adore, y para que quien lo deteste, lo tenga como una de las más notables escepciones. No es un disco facil de escuchar, pero es imposible no acabar amarlo. Aunque tengas que darle mil escuchas antes. Anda, corre a conseguirlo.

3 comentarios:

Isabel dijo...

Ahí le has dado, porque este disco es uno de mis consentidos de siempre, salvando el Selling o el The lamb. Le tengo un cariño especial, recuerdo mañanas de ir al trabajo escuchando Time Table, qué precioso tema.Lo que hace la música... muy buena la reseña, como siempre. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Excelente reseña para mi disco favorito de uno de mis grupos favoritos. A mí sí me gusta más Foxtrot que Selling..., aunque son dos discos diez.

Dark.

Kato dijo...

Excelente disco, uno de los que más me gusta de Genesis. Aunque yo soy seguidor de la época Gabriel tanto como la de Collins. Muy buena opinión personal. Un abrazo!