domingo, 4 de noviembre de 2007

SUI GENERIS - Confesiones de invierno (1973)



Si bien Charly García en Argentina y otros países del Cono Sur es poco menos que un Dios, aquí en España no es nadie, así que hagamos un breve repaso a su figura. Es uno de los músicos más vendedores y respetados en aquel país, tanto por su carrera en solitario como por los grupos en los que ha participado, principalmente Serú Girán, el grupo más exitoso de la historia de Argentina. Canta, y su instrumento es el teclado, tanto el piano como los sintetizadores. Durante la época de los setenta se interesó por el rock progresivo, principalmente con el grupo La Máquina De Hacer Pájaros. Bien, Sui Generis se funda en 1969 como un grupo de rock que contenía entre otros a Charly García como teclista y Nito Mestre como flautista. Cuando llegó el momento de dar su primer concierto, sólo ellos dos se presentaron, y a pesar de los nervios, decidieron echarle valor y actuar los dos solos, tocando Charly la guitarra. El concierto tuvo buena respuesta del público y Sui Generis deciden continuar como dúo. En 1972 debutan con "Vida", con Mestre ya en el papel de guitarrista, cantante principal y flautista y García como compositor de todas las canciones. Es un disco de simpáticas canciones folk, sencillo, con letras que van desde la crítica social al amor, pasando por todo tipo de reflexiones personales. Si bien tiene sus carencias, es un disco que deja ver en cada segundo el entusiasmo de grupo nuevo, y suena tan sincero y apasionado que consigue, inevitablemente, empatizar con los oyentes. Un gran disco, ciertamente. Ese disco los convirtió en estrellas en Argentina, y sus canciones se convirtieron en himnos de la juventud de la época.

En 1973 llegaría su segundo disco, "Confesiones de invierno", una evolución coherente y lógica de lo que venían haciendo. Es claramente el mismo grupo haciendo el mismo tipo de canciones, pero algunos temas se alejan un poco de los patrones rematadamente simples del primer disco. Además, el sonido es mejor y en algunos temas se hace uso de distintos arreglos, tales como metales. Se podría decir que maduraron muy rápidamente en sólo un año. La hímnica balada "Cuando ya me empiece a quedar solo", que abre el disco, ilustra perfectamente a lo que me refiero. Uniendo dos o tres melodías, metiendo algún cambio de ritmo, consiguen aparentar se algo más que dos adolescentes cantando junto a una hoguera, pero mantienen la esencia que hacía de "Vida" el disco encantador que era. De lo mejor del disco. Podemos encontrar también cosas como "Un hada, un ciste", en una línea con toques jazz, anticipando levemente el futuro progresivo de García, o la balada épica "Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario, o no", que cierra el disco, bastante más solemne y pretenciosa que lo mostrado hasta el momento por el grupo. Dos muy buenos temas pero que aún así no considero entre lo mejor del disco.

Lo mejor está, junto con el primer tema, con los momentos que más me recuerdan a esa azucarado inocencia de "Vida". Como "Bienvenidos al tren", alegre e insultantemente simple, pero muy efectiva. O "Lunes otra vez", un intento de combatir la melancolía del aburrido y gris día a día, cantándole con vitalidad y optimismo, a ritmo de blues acústico. "Rasguña las piedras" por su parte me parece una clarísima reescritura de "Canción para mi muerte", el gran éxito de "Vida", sustituyendo la humildad de dicho tema por unos poderosos arreglos de viento metal. Es una canción excelente, y además muy significativa, siendo un evidente canto hacia la libertad en tiempos donde el futuro era incierto y la vida inestable. No sería la última vez que García mostrara rebeldía ante el sistema, pues el siguiente disco de Sui sería un escupitajo a la cara a la represión que se vivía en aquellos años. También están dos temas por los que siento verdadera debilidad. La canción que da título al disco, bastante dylaniana, es algo muy simple, una sencillísima linea de guitarra sobre la que García entona tímidamente una desgarradora letra, una historia amarga de un pobre desgraciado que simplemente no supo afrontar la vida. La otra es "Aprendizaje", la canción que más claramente encaja en su anterior obra, por su letra, por su melodía, por ser una canción algo melancólica, pero optimisma, una canción que mira al futuro con esperanzas. Me dejo la pequeña rareza "Mr. Jones (o pequeña semblanza de una familia tipo americana)", una canción rockera que desgraciadamente dura muy poco y con una letra hilarante.

Siendo franco, no hay que acercarse a este disco buscando grandiosas melodías, sofisticados arreglos o interpretaciones vocales inolvidables. Incluso si acotamos el terreno al de la canción de autor, hay cosas mucho más competentes. Lo que puede suceder es que simplemente, conectes con este disco. Entonces te llegará muy dentro, sus canciones te acompañarán. Lo que en otros discos pueden parecer defectos aquí te pareceran virtudes y sentiras que, irremediablemente, este disco ha pasado a ser una pequeña parte de ti. Quizá pueda parecer que entonces estamos ante una extraña filia mía, y que no debería molestarme en recomendarlo, pero entonces no hay más que ver que otros miles de personas han caído en su hechizo... pues supongo que algro tendrá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola:

Como bien se a descrito en el comentario, este es un disco clasico, que marco a la juventud de los '70, principalmente en Argentina, para luego ser parte de gran parte de SudAmerica, donde se fueron convirtiendo en verdaderos himnos.

En todo caso yo tambien recomiendo "pequenas anecdotas de la vida conyugal", que seria un album progresivo de gran calidad de estos SUI GENERIS.